El consumo de aceite de oliva es muy característico de la cultura mediterránea y es un elemento indispensable en su cultura culinaria. En los principales países productores, como Italia, Grecia y España, es ampliamente preferido no sólo como aliño de ensaladas, también como grasa para cocinar, o en la preparación de verduras y conservas de pescado; entre otras aplicaciones alimentarias.
El olivo está considerado como el principal árbol del área mediterránea, ya que nos ofrece un alimento básico, las aceitunas, las cuales producen aceite de oliva, alimento con excelentes propiedades terapéuticas. Las primeras producciones de aceite de oliva tuvieron lugar hace alrededor de 6.000 años en las costas Mediterráneas. Desde entonces, el aceite de oliva ha sido consumido por las propiedades beneficiosas que proporciona.
A diferencia de otros aceites vegetales, el de Oliva contiene numerosas sustancias fenólicas, derivadas de las aceitunas durante la producción de aceite y que se caracterizan por propiedades saludables y antioxidantes. Además, este es un aceite mucho más estable químicamente en comparación con otros aceites vegetales.
En la actualidad se pueden aislar las moléculas responsables de estas propiedades saludables y antioxidantes. Concretamente el Hidroxitirosol, presente en el aceite de oliva, es el responsable de su elevada estabilidad por su alta capacidad antioxidante, siendo así su compuesto polifenólico más importante.
Los polifenoles son un grupo heterogéneo de moléculas que comparten ciertas características en su estructura química, que incluye anillos bencénicos.
Sobre las propiedades y mecanismos del Hidroxitirosol en la salud humana existen multitud de publicaciones, in vitro e in vivo, que se añaden a la capacidad de proporcionar estabilidad al aceite frente a la oxidación.
Su alta capacidad antioxidante en la prevención de varias enfermedades, como se ha demostrado en numerosos estudios, se debe a su gran capacidad para neutralizar los radicales libres, ya que éstos son los precursores de muchos problemas de salud.
Las principales propiedades que se le atribuyen son:
- Prevención de enfermedades cardiovasculares (ECV). El Hidroxitirosol ha demostrado ser eficaz como un agente antioxidante y antitrombótico en estudios in vitro e in vivo. Posee capacidad cardioprotectora porque inhibe la oxidación de las LDL (o colesterol “malo”), paso previo a la aterosclerosis. También inhibe la agregación de plaquetas que tiene lugar en la trombosis.
- Anti-inflamatoria. Tiene un efecto antiinflamatorio significativo dado que inhibe la producción de compuestos pro-inflamatorios por los leucocitos humanos tales como los leucotrienos.
- Anti-envejecimiento. Posee una elevada capacidad antioxidante que destruye los radicales libres e inhibe sus reacciones en cadena (scavengers). El exceso de radicales libres crea un equilibrio favorable de oxidantes frente antioxidantes, lo que supone la aparición de estrés oxidativo y daño celular. El Hidroxitirosol juega un papel importante en el retraso de los procesos de envejecimiento causados por los radicales libres, bloqueando de este modo la aparición de signos externos como arrugas, flacidez y manchas.
- Actividad anti-cancerígena. Evita la proliferación de células cancerosas, especialmente cánceres de mama y de colon.
Protección frente a la radiación UV. El Hidroxitirosol previene el daño causado a las células del melanoma cuando se expone a la radiación UV dañina.
Además el hidroxitirosol es un potente blanqueante y despigmentante, lo que le da unas propiedades únicas para mantener un tono uniforme en la piel.
El consumo habitual de entre 15 y 25mg de Hidroxitirosol al día ayuda a la desaparición de manchas en la piel. Tiende a unificar el tono de la piel haciendola más luminosa, lo que ayuda a reparar y disimular manchas y estrías. La combinación con otros fenoles como las punicalaginas y el selenio, genera una potente formulación para difuminar las manchas producidas por el sol y las estrías en la piel.